Salas limpias
Las salas limpias son cuartos con atmósferas controladas para obtener una baja contaminación y condiciones estables de operación. Para ello, es necesario controlar la temperatura del aire, la humedad relativa, la iluminancia, la velocidad y, sobre todo, la presión diferencial.
(Estructura de los filtros HEPA)
Imponiendo una diferencia de presión entre una sala y el exterior se establece la dirección del flujo de aire. El aire que ingresa a la sala está previamente filtrado por filtros HEPA (high efficiency particle air) o filtros ULPA (ultra-low penetration air). Se debe proveer un caudal de aire que garantice que el volumen de aire de la sala es renovado una cierta cantidad de veces por hora.
Se establece una escala de presiones diferenciales con respecto a la presión exterior y entre salas para guiar el flujo de aire. Las presiones diferenciales entre salas dependen también de qué tan crítica sea la sala. Las esclusas mantienen las diferencias de presión entre las salas y el exterior.
Categorías de las salas limpias
Generalmente, el aire es inyectado desde el techo de la sala. En la mayoría de los casos, el flujo de aire es laminar o unidireccional aunque también es posible trabajar con flujos turbulentos para mantener el aire en movimiento y que las partículas que hayan logrado ingresar sean capturadas por filtros en el piso.
Medición de velocidad de flujo laminar y flujo turbulento
Las salas limpias son indispensables en procesos de fabricación de materiales delicados, fraccionamiento y envasado de medicamentos, quirófanos, fabricación de componentes electrónicos, trabajos de investigación y manipulación de agentes patógenos.