Las mediciones de emisiones se realizan en procesos que consumen muchos recursos y energía, durante los cuales se producen grandes cantidades de emisiones como monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno (NOX) o dióxido de azufre (SO2).
El análisis de las emisiones en las instalaciones industriales debe realizarse a menudo en condiciones extremas, con altas temperaturas, elevada humedad o un alto contenido de polvo en los gases de combustión, por ejemplo. Con una gran variedad de sondas de combustión, sensores y opciones especiales como la dilución automática o la preparación de gas Peltier, los analizadores de emisiones de Testo se han desarrollado especialmente para estas exigencias.
Numerosos parámetros de medición: O2, CO, NO, NO2, SO2, CO2, H2S
Amplia selección de sondas
Acceso rápido a los sensores y piezas de desgaste
Gestión de datos de medición a través de software
Esta amplia referencia de consulta le brinda prácticos consejos y trucos sobre el tema de las mediciones de emisiones.
Planificación de los sistemas de bombas de calor
Análisis de gases en gases de combustión industriales
Tecnología del análisis de gases
Aplicaciones del análisis de gases en la industria
Tecnología del análisis de gases de Testo
Y mucho más...
Más información sobre el análisis de la combustión y las emisiones
Al analizar el comportamiento del quemador, la atención suele centrarse en el suministro de combustible, la atomización, el comportamiento del control y los valores de las emisiones.
Los analizadores de emisiones permiten analizar todos los gases relevantes y ajustar el proceso de combustión para conseguir la mejor relación posible entre las cantidades de combustible y de aire de combustión.
Los gases de combustión contienen, entre otros,CO2, CO, óxidos o partículas de hollín. Estos contaminan el medio ambiente, tienen un efecto negativo sobre el clima y ocultan numerosos riesgos para la salud de los seres humanos. El análisis de gases de combustión con analizadores profesionales de Testo ayuda a hacer más eficientes los procesos de combustión, a optimizar los procesos térmicos y, sobre todo, a reducir las emisiones.
Protección de la atmósfera minimizando la carga contaminante
Uso energético lo más eficiente posible
Cumplimiento de los niveles de contaminantes prescritos por volumen del gas de combustión y pérdida de energía